Hace muchos años, cuando trabajaba en un sector totalmente diferente, uno de mis jefes me presentó a un cliente como “Ella es el Señor Lobo, soluciona problemas”.


Cuando empecé a hacer asesoramiento, fue una tarea que tuve que desaprender. Muchas familias recurren a una asesora en búsqueda de información, pero también se espera que, si surge un problema, la asesora lo solucione.


Pues bien, en muchas ocasiones, esto no va a ser así.


La asesora brinda información, apoya, te escucha y te ayuda a ordenarte las ideas, puede sugerirte posibilidades en las que no habías pensado… Pero cuando surge un problema, una buena asesora DETECTA y DERIVA.


El equipo de La escuela de BLW es un equipo multidisciplinar porque el BLW y la alimentación infantil son tremendamente amplios. Que una asesora se haya formado con una nutricionista, con un logopeda o con una odontopediatra no significa, evidentemente, que sepa solucionar cualquier problema que surge. Significa, o al menos eso pretendemos, que ante determinadas señales, sepa que esa familia necesita recurrir a otro profesional, y pueda sugerir qué profesionales podrían ser los más adecuados. Y esto ahorra tiempo, dinero, y, como por desgracia vemos muchas veces, evita matar moscas a cañonazos, con gente proponiendo soluciones que ni arreglan nada, ni les competen.
Y por último, no nos olvidemos de que el camino lo marca la familia, las decisiones las tiene la familia, y la última palabra es siempre, de la familia.

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