Uno de los requisitos para iniciar la alimentación complementaria es que el bebé haya logrado desarrollar la coordinación ojo-mano-boca.
¿Qué significa esto? Pues que es capaz de ver algo que le interesa, agarrarlo con la mano y llevárselo a la boca.
El bebé va a explorar todo con la boca. Chupar y morder cualquier cosa que sea capaz de agarrar le da una enorme cantidad de información sobre el mundo, así que se llevará a la boca cualquier cosa que pille.
Cuando es capaz de hacer esto, está listo para que le pongamos delante alimentos, que agarrará y se llevará a la boca para explorar. Imagina qué cantidad de estímulos recibe: tamaño, temperatura, textura, dureza, viscosidad, y ¡¡¡saboooorrrrr!!!
Pero, ojo, recuerda que también es necesario que sea capaz de mantenerse sentado sin apoyos, que haya vencido el reflejo de extrusión y, sobre todo, que tenga interés por la comida.